Construir un lenguaje propio
un código cambiante que nos sirva para reconocernos y nombrarnos
Un espacio de inscripción en el que nos queramos encontrar,
que no sea deseado sino desde el deseo
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Y si hablo del deseo
y no del amor
No es porque lo piense más liberado ni más propio
Es porque hablo desde mi caminar deseante y es mi piel a la que toca el mundo
es el deseo de empaparme
el que me empapa de esta vida.
El deseo son los ojos con los que miro afuera (y adentro).
Y si hablo de amor
te diría
que lo entiendo siempre en colectivo
que pienso en vínculos y afinidades
en lugares comunes
En un trabajo constante de creación colectiva
En un espacio compartido que se construye y deconstruye
con nuestros creceres
y nuestros haceres
Que usa,
produce
modifica
y crea un lenguaje colectivo.
...Ahora que me leo
entre líneas y miedos...
no tengo tan clara la línea que separa al amor del deseo...
¿Y tú?
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