domingo, 13 de noviembre de 2016

Cuerdas



(autor: Michael Byers)



A veces las cuerdas las siento así
pura sensualidad teniendo entre manos a otra persona toda contigo
acercarse con sagrado respeto, casi reverencial
con los ojos y las manos, el cuerpo, vibrando de ese calor
esa luz de dentro que de chiquita se va haciendo más y más grande
reconocimiento y reciprocidad, tomar el poder que te dan
honrarlo de la mejor manera que sabes:
atando.


En el otro lado,
reconocimiento y reciprocidad,
dejándote atar, dejándote ser,
estando de cuerpo presente.


Y ahí empieza el camino juntas.



Justo al recibir esta imagen encuentro este textito en otro lugar que no tiene nada que ver, y pienso, así, es esto (sólo que a quien atas no te la encuentras como una flor en medio de los campos, es alguien que ha venido hasta el mismo lugar de encuentro, a construir ese espacio contigo):

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz.

La flor piensa: «Es como una flor».

(Flor y cronopio, Julio Cortázar)


Veo a señoros atar y veo como su actitud es la de arrancar la flor. Sólo cuenta lo que yo quiero, dispongo de ello como un objeto para mi performance, para mi placer (que ójala y fuera al menos para eso, que tampoco), para mi despliegue de masculinidad, para mi despliegue de poder. Cómo no se dan cuenta, está ahí si te paras el tiempo suficiente como para que lo demás se vaya yendo por su propio peso: el poder te lo dan, no lo puedes coger. Y se responde con profunda gratitud y reconocimiento. Y si puede ser, con el cuerpo de juego, abierto a la exploración, a la escucha, al placer, a la resonancia, a la acción-reacción-reacción-acción-...al descubrimiento compartido, a la sinergia, a la suma de lo que traemos cada una da algo diferente de lo que era en un principio, a...







**Responder a la exposición de la vulnerabilidad con profunda gratitud, reconocimiento y responsabilidad. Y con la propia vulnerabilidad.**




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