domingo, 25 de marzo de 2012

"¿Lesbiana yo?", Nancy Prada (Colombia)


¿Lesbiana yo?

Si, cuando me conviene, y últimamente me conviene casi siempre.
Me conviene decir que soy lesbiana en todos los lugares de hedor neo-conservador y retardatario, porque así de entrada queda claro que no soy ni quiero ser como ell@s. Mucha saliva la que me ahorro (¡que tantos mejores usos tiene!). También en los lugares más relajados me gusta dejar clara mi "lesbiandad": hace más fácil conectar con otras en calor de complicidad.

Me viene bien montarla de lesbiana en la mayoría de sitios de socialización heterosexual, cuando me queda claro tan pronto entrar que no deseo flirtear con ningún chico: “soy lesbiana” evita la insidiosa insistencia que ya todas sabemos. En los ambientes dedicados a la reflexión formal o informal (en la academia, por ejemplo) también me resulta valioso que se sepa: suele pensarse dos veces lo que se afirma al respecto si me saben (lesbiana) en el auditorio.

En los trabajos, mejor que me supongan lesbiana: no vaya a haber caras largas si me aparezco con mi compañera en sus fiestas de fin de año. Me conviene presentarme como lesbiana en mi familia, porque es el concepto que les resulta más comprensible, entre todos los que podría escoger para describirme. El otro día hasta me resultó perfecto ser identificada como lesbiana por un par de habitantes de calle que intentaron intimidarnos en un semáforo mientras conducíamos: cuando estuvieron lo suficientemente cerca y “se dieron cuenta” uno dijo al otro “ah no, éstas son lesbianas” y ni siquiera intentaron asustarnos. Supongo que pensaron que no podían. Ya ven: el lado “amable” de los estereotipos.

El caso es que sólo en lugares muy de confianza y muy preparados para comprenderlo, negaré o matizaré aquello de que soy lesbiana. Sin embargo, algo diré ahora, porque este blog es para mí un espacio para ser, para crearme en el discurso -como hace todo el mundo- sólo que un poco más públicamente.

Mi “lesbiandad” no tiene que ver solamente con que me gusten algunas mujeres. Lo cierto es que también me gustan algunos hombres, aunque para seguir con la franqueza, éstos últimos son menos. Para qué nos vamos a decir mentiras: yo sí me encuentro en el mundo con más mujeres interesantes que hombres, y no creo que se trate de un esencialismo ramplón: sencillamente el lugar de privilegio hace que la mayoría de hombres se esfuerce menos. Los hombres interesantes que conozco coinciden en ello y hace parte de su atractivo tener esa conciencia de “clase de sexo”. Retomo entonces: me gustan algunas mujeres, me acuesto y hasta me enamoro de ellas. También me gustan, me acuesto y hasta me enamoro de algunos hombres, lo cual no me hace BI-sexual, dado que otras personas que no son ni hombres ni mujeres (las únicas posibilidades del binomio bi-sexual), sino que inventan la vida en las fronteras, también son susceptibles de habitar mis deseos y mis amores.

Entonces me refiero a más cosas cuando me digo lesbiana. Cosas como un marco de comprensión del mundo compartido con otras que se entienden a sí mismas como lesbianas. Libros comunes, ideas comunes, intuiciones compartidas. Algunas, siguiendo a Wittig, piensan por ejemplo que “las lesbianas no son mujeres” en tanto ser mujer significa ocupar un lugar en la jerarquía social determinado por la relación de subordinación frente a los hombres; en tanto no entablan relaciones erótico – afectivas con hombres, apartándose de la explotación de sus cuerpos y deseos que esas relaciones implican, las lesbianas dejan de ocupar el lugar de “mujeres” en el mundo. Por supuesto, es bastante más complejo que como lo estoy diciendo, pero ideas poderosas, prácticas políticas poderosas como esa, alimentan mi vínculo con el mundo lésbico. Yo tampoco soy este tipo de “mujer”.

Un vínculo que vive de amores, deseos, ideas y por supuesto: de las amigas maravillosas, que más o menos lesbianas que yo, (¿quién lo sabe?) habitan los mismos rincones -y a veces extensos territorios- de nuestro mundo lésbico, bogotano y transfronterizo. Sin ellas, buena parte de lo que conozco del universo perdería su encanto… y creo que serían muchas de las partes más divertidas.


Ya lo saben: “Lesbianas del mundo, uníos”  ;)

Nancy Prada Prada
npradapr@gmail.com
@nansinverguenza


http://pradasinverguenza.blogspot.mx/ 


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